Compartiendo un mismo amor
Por: Jessica Yañez Fotografías: Jessica Yañez
Oaxaca de Juárez Oax.- La danza es una forma de expresión que se transmite a través del movimiento en diferentes formas y estilos que logra incentivar a muchos jóvenes a que se involucren en el mundo del baile, como es el caso de estos tres bailarines.
A inicios del pasado mes de diciembre de 2018, tres bailarines de diferentes estilos participaron en eventos que los hicieron compartir su amor por el baile; ballet, ritmos latinos y bellydance.
3 historias una pasión
Evelynn Cerero Ángel se enamoró de los ritmos latinos hace poco más de un año, cuando decidió reanudar sus clases de baile en la academia Evolú Dance, situada en Santa Cruz Xoxocotlán.
Su pasión por el baile comenzó con el desarrollo de su aprendizaje, mientras más aprendía y asistía a clases más indispensable se hizo el baile para ella, además de que su integración al grupo de alumnos que representaban a su academia en competencias terminó por apasionarla aún más.
Evelynn señaló que le gustaría seguir compitiendo y bailando, y está consciente de que si dedica su vida completamente a bailar también es posible que se pueda sostener económicamente de él.
"Lo que más me gusta es que me ayuda a desestresarme, y no pienso en otra cosa más que en estar disfrutando lo que estoy bailando, me da seguridad, me ha ayudado a quitarme la pena de lo que piensen los demás, pues bailar es felicidad", señaló Evelynn.
Danzante desde los 3 años
Por otro lado, tenemos a María Fernanda Ferraez, una bailarina de ballet clásico que comenzó su formación dancística desde que tenía tres años. Estudió también en Bellas Artes para formarse como bailarina profesional, actualmente entrena y es instructora de ballet en la Escuela Cubana de Ballet-Clásico Oaxaca.
Fernanda contó que ella creció bailando, desde pequeña tuvo un acercamiento directo con el ballet y su madre siempre la apoyó, por lo tanto, bailar es como respirar para ella.
Desde su primer entrenamiento siendo apenas una niña de tres años hasta la fecha nunca ha dejado de bailar. También nos dijo que cuando era pequeña entraba al estudio y le fascinaba ponerse sus leotardos, sus mallas, sus zapatillas y jugar en las barras de estiramiento, por lo mismo su amor nunca estuvo forzado, ya que se le inculcó como mera diversión y fue desarrollando su pasión poco a poco.
"La danza significa todo en mi vida, todo lo que soy, está en cada parte de mí", sostuvo la bailarina.
Talento nato
Finalmente, Giovanni Santiago Calvo, un bailarín de bellydance o danza árabe, compartió su historia, a diferencia de los anteriores él aprendió por su cuenta y por talento nato. Casi no ha tomado clases, pero logró explotar su talento siendo autodidacta. En general este chico ama todo lo que conlleva una producción artística, disfruta diseñar vestuarios, es estilista profesional y además bailarín.
"Mi pasión por la danza nace cuando mi mejor amiga me dijo que fuera su chambelán, ahí bailé con ella en uno de los números que presentó bailando bellydance, este fue el primer acercamiento que tuve con el baile, y a partir de ahí me enamoré investigué y practiqué por mi cuenta, incluso al inicio me metí a clases para comenzar a soltarme y aprender lo básico."
Él dice que considera importante tener otro oficio o profesión para sostenerse, es por eso que estudio para ser estilista y combinar su pasión por el baile con su amor a la estética superficial de las personas.
Lo que más le gusta de bailar es que olvida todo, se siente pleno y vital. Esto le ha ayudado a encontrar un único amor sincero y a reforzar su conexión con su mejor amiga. "La danza para mí, es mi es mi pareja ideal."
Los tres coinciden en que las personas que no han intentado bailar nunca comprenderán lo complejo y hermoso que es desempeñar esta actividad. A pesar de que ambos tienen diferentes estilos, comparten un mismo amor.